Más barato nuevo que usado, el mundo al revés de los coches en Venezuela


Comprar un coche nuevo, estrenarlo y usarlo; castigarlo por carreteras llenas de baches, hacerle unos roces en la pintura y venderlo pidiendo un mínimo de un 50% más es no sólo posible sino hasta normal, en Venezuela.

Coches de segunda mano en VenezuelaEn el país en que los coches no pierden valor con el uso -con la gasolina casi regalada y un control de cambios que dificulta enormemente la importación-, el mercado de coches está marcado por la alta demanda y la inflación desatada. Pero sobre todo por la escasez.

Para adquirir un coche nuevo, en el mejor de los casos, hay que pasar por interminables listas de espera que fácilmente superan el año. Con alguna marca, ni siquiera eso. La respuesta del concesionario es simplemente "hay demasiada gente esperando y no llegan coches".

Claro que se trata de algo normal, teniendo en cuenta que el negocio redondo es comprarlo nuevo para venderlo como usado al día siguiente hasta por el doble del valor.

Algo que además es el caldo de cultivo perfecto para la aparición de mafias dedicadas al cobro de comisiones ilegales.
De rebote, los conductores venezolanos padecen el más que "dinámico" e inflacionario mercado de los usados: apenas se anuncian en venta, vuelan de las manos de sus dueños.
Basta pasar por delante de un concesionario de cualquier marca para comprobar una realidad desoladora: están vacíos. Los únicos vehículos que se puede llegar a ver están ya matriculados y vendidos aguardando a la llegada de su dueño.
Con ese panorama, los precios se disparan. Los automóviles son una inversión que el venezolano se plantea para resguardar su dinero de la altísima inflación: un 40% interanual.
Fuente: BBC

No hay comentarios:

Publicar un comentario