El maestro de los alumnos de primaria, además director del colegio, llamó a la policía ya que algunos de sus alumnos habían decidido no sonreír en la foto de la clase.
El maestro pidió que fuera un agente al colegio, pero estos no quisieron entrar para regañar a los niños.
Las madres de los alumnos, que tenían otras criticas sobre este profesor, como gritos a los alumnos, menosprecio, mucha exigencia e intimidación, recogieron votos para expulsar a este señor de la escuela de sus hijos.
Al parecer, lo de llamar a la policía fue la gota que colmo el vaso.
Al final, se le diagnosticó una enfermedad psicológica y dejo de ejercer de maestro.
ME HE QUEDADO DE PIEDRA JAJAJAJA
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